jueves, 8 de octubre de 2009

Cocula




Cocula es una ciudad y municipio de la Región Valles del estado de Jalisco, México. Es conocido como la cuna mundial del mariachi, aún cuando los estudios históricos indican que esto no es muy probable.
Fue cacicazgo independiente que tuvo como tributarios a los pobladores de Santa Ana Acatlán, Villa Corona o Tizapanito, Xilotepetque y Tecolotlán que eran los pueblos de Atengo y Tenamaxtlán con sus pequeños pueblos sojuzgados.Varias familias cocas del reino de Tonalá, cansadas de la hostilidad que se les prodigaba, abandonaron el reino encabezadas por el valiente guerrero Huehuetztlatzin. Un grupo enfiló a Mexquitán, ahora Colimilla, otro se asentó en San Martín de Hidalgo, y el grupo al mando de Huehuetztlatzin fundó su capital, que se llamó Cocollán, a legua y media de donde ahora se levanta Acatlán de Juárez. Esta fue destruida a principios del siglo XVI y por esto hacia 1509 intentaron establecerse cerca de Tlajomulco, pero los tlajomulcas, auxiliados por los tarascos, les dieron batalla y los hicieron retroceder a su antiguo sitio de Santa Ana Acatlán donde permanecieron hasta 1519. Ese año se remontaron a la cumbre de una montaña que corre de oriente a poniente a fin de fundar nuevamente el poblado de Cocula, allí permanecieron hasta la llegada de los españoles.Fueron bajados por los franciscanos al pie de la serranía para que refundarán su pueblo, mismo sitio que hoy ocupa. Aún existen ruinas de la antigua población y se le denomina Cocula Vieja o Coculan.El cacicazgo de Cocula era independiente. Su cacique Citlali (significa estrella), tomó parte activa en la Guerra del Salitre en 1510. Gobernaba aún Citlali cuando se presentó Alonso de Ávalos en 1521 e hizo la conquista del cacicazgo, quedando incorporado a la Provincia de Ávalos.En 1524 arribó don Francisco Cortés de San Buenaventura, Alcalde Mayor de Colima, hizo un nuevo reconocimiento y empadronó al cacique y a los naturales de Cocula. Como en la época de los evangelizadores, Cocula se halla dividida en cuatro barrios que son San Juan, San Pedro, Santiago y La Ascención.En febrero de 1541 el virrey Antonio de Mendoza se encontraba en este lugar, según lo prueba la merced que hizo entonces a Francisco Pilo y Juan de Villarreal.A finales del siglo XVIII se estableció en este sitio el acaudalado minero Don Francisco Javier Vizcarra quien recibió la merced de la Corona Española de Marqués de Pánuco. El Marqués adquirió la Hacienda de la Sauceda que había pertenecido a los jesuitas hasta su expulsión. Actualmente, la Hacienda de la Sauceda es un museo en donde se exhiben algunos de los objetos personales de esta familia que también obsequió a la Iglesia Católica de la época el estofado de oro de la iglesia del Rosario en Sinaloa.En 1825 tenía ayuntamiento y en 1833 se le concede el título de ciudad. En 1846 Cocula es cabecera de uno de los 28 departamentos del Estado; o sea, del 2° Departamento. Posteriormente, en 1885 se erige a Cocula en directoría política comprendiendo las poblaciones de: Tecolotlán, Juchitlán y Tizapanito.

Villa Corona

Villa Corona es un municipio y población del estado de Jalisco, México. Se localiza en el centro del estado, en la Región Centro. Antiguamente se le llamaba "Tizapanito", su extensión territorial es de 179.37 km². Según el II conteo de población y vivienda, el municipio tiene 15,196 habitantes y se dedican principalmente al sector terciario.[3] Por su ubicación juega un papel importante en el desarrollo económico de la región y del estado. Además, es un punto turístico importante al contar con tres de los balnearios más reconocidos del estado. El municipio también es conocido por ser la cuna de dos bandas de música con gran trascendencia en México: la banda Machos y la banda Maguey.
Su fundación se remonta al siglo XVI, cuando sus primeros fundadores, de origen náhuatl, se radicaron en el lugar denominado La Huerta, a 5 km al noreste del actual poblado. Su jefe se llamaba "Xopillín", durante la Guerra del Salitre se refugiaron en este sitio algunos grupos indígenas, que fueron bien recibidos. A cambio de la hospitalidad que les brindaron, les legaron sus adelantos, de los que aún hay vestigios.
La conquista de este lugar la llevó a cabo el conquistador español, Alonso de Ávalos en 1523. En 1895 era comisaría política de la municipalidad de Cocula. En 1917 estuvo en el poblado Venustiano Carranza quien fue a inaugurar un tramo de ferrocarril. El 31 de mayo de 1918 se erigió en municipio, por decreto número 1899, siendo su primer presidente municipal Agapito Aguayo. Manuel M. Diéguez le dio el nombre actual de Villa Corona en el año de 1926, en honor a Ramón Corona y con motivo de la inauguración del ferrocarril a Chamela.

Acatlan de Juarez







La palabra Acatlán proviene de la unión de los vocablos náhuatl, ácatl (caña) y tlan (entre); lo cual se interpreta como: "Junto a las Cañas".[5] El 22 de marzo de 1906, se le agregó de Juárez en honor de Benito Juárez.Los primeros pobladores de la región eran integrantes de una tribu que se estableció en Cocula, los que al ser derrotados por los purépechas se avecindaron en el lugar en 1509.En el año de 1550 se trazó el primer plano del municipio por mandato del virrey de la Nueva España, Antonio de Mendoza, para terminar con las dificultades que había con los habitantes de Zacoalco, Ahualulco y Ameca. En el primer tercio del siglo XVII los agustinos construyeron el templo que dedicaron a Santa Ana. Ya durante la Colonia, Santa Ana Acatlán fue encomienda que dependía directamente de la Corona, a la que entregaba como tributo 25 pesos de oro en polvo y 8,000 cacoas, teniendo únicamente 80 encomenderos.Desde 1825 perteneció al 4º Cantón de Sayula. En 1858, Benito Juárez, en su peregrinar por estas tierras, se alojó en el mesón del poblado propiedad de Miguel Gómez. En su corta permanencia, estuvo por perder la vida a manos de los conservadores, salvándolo de morir el párroco del lugar, Melitón Vargas Gutiérrez. El 22 de marzo de 1906, por decreto 1158, cambia su denominación de Santa Ana Acatlán a Acaltán de Juárez, en virtud de la visita del "Patricio de la Reforma", y adquiere el título de Villa. No se conoce el decreto del 13 de marzo de 1837. Por decreto 8877 del 4 de octubre de 1972 se le otorga la categoría de ciudad.Acatlán de Juárez se localiza entre las coordenadas 20º14’30" latitud norte y 103º32’30" longitud oeste; a una altura de 1,393 metros sobre el nivel del mar.El 13.10% de los habitantes se dedica al sector primario, el 43.10% al sector secundario, el 40.86% al sector terciario y el resto no se específica.[4] El 33.58% de la población se encuentra económicamente activa.[4] Las principales actividades económicas son: agricultura, ganadería y servicios.Ganadería. Se cría ganado bovino, equino, ovino, caprino y porcino. Además de colmenas, conejos y aves.Agricultura. Destacan el maíz, caña de azúcar, girasol, tomate, frijol y cacahuate.Comercio. Predominan los establecimientos dedicados a la venta de productos de primera necesidad y los comercios mixtos que venden artículos diversos. Cuenta con 145 tiendas al menoreo, así como loncherías, taquerías y restaurantes.Industria. La principal rama de la industria es la azucarera y la alcoholera.

Universidad de guadalajara


IniciosEl proceso de creación de la universidad fue lento y laborioso, llevando cerca de un siglo. El primero en solicitar la creación de una universidad en Guadalajara fue fray Felipe Galindo Chávez y Pineda, que solicitó al Rey Carlos II de España la elevación del Real Seminario Conciliar de San José al rango de Real Universidad, el 12 de julio de 1696.El siguiente personaje en abogar por la causa de la Universidad fue el licenciado Matías Angel de la Mota Padilla, quien en el año de 1750 hizo que el ayuntamiento de la ciudad tomara el proyecto de universidad como una de sus prioridades.Sin embargo fue sólo después de la expulsión de todos los integrantes de la Compañía de Jesús de los territorios españoles en 1767, que la necesidad de una universidad en la región de la Nueva Galicia se hizo apremiante. Debido a que tal compañía administraba los dos colegios más importantes de la ciudad: el Colegio de Santo Tomás y el de San Juan Bautista.El 12 de diciembre de 1771 arriba a la ciudad quien se considera que es el principal responsable de la fundación de la Universidad: el clérigo fray Antonio Alcalde y Barriga, nuevo obispo de la diócesis de Nueva Galicia. Quien en 1775 responde a una cédula real del Rey Carlos III de España, en la cual le solicitaba comentario sobre la conveniencia de una universidad en la ciudad. La respuesta totalmente afirmativa, su involucración personal en el proyecto y su capacidad de involucrar a varios actores de la ciudad hacen que en el año de 1791, el Rey Carlos IV de España promulgue una cédula real declarando la fundación de la Universidad de Guadalajara.Extracto de dicha cédula real:..He resuelto a consulta del nominado mi Consejo de Indias, el quince marzo de este año (1791), se erija y establezca una Universidad en esa ciudad (Guadalajara de la Nueva Galicia), y que se la aplique solamente el edificio del Colegio de Santo Tomás, que fue de los regulares expulsos, y los capitales de sus obras pías claras y positivas, con la precisa obligación de cumplirlas, costeando la mutación del edificio que fuese necesaria, de los propios de esa ciudad... Yo, el Rey.Carlos IVAntigua ubicación de la Universidad de GuadalajaraEsta cédula arribó a las autoridades de la Nueva Galicia el 26 de marzo de 1792, quienes procedieron a hacer un festejo en la ciudad y a realizar apresuradamente los trabajos de remozamiento del citado Colegio de Santo Tomás. Las instalaciones se inauguraron el 3 de noviembre de 1792. Siendo el primer rector el presbítero José María Gómez y Villaseñor. La planta de profesores fue seleccionada por medio de un concurso establecido por el propio rector, y dirigido exclusivamente a sacerdores de las órdenes franciscana, dominicos y mercedarios. Por orden del Rey, en el frontispicio del nuevo edificio se colocó la siguiente leyenda:REGIA, GUADALAXARENSIS. SCHOLA SUB CAROLO IV ET ALOISIA, AUGUSTIS. MDCCXCII[editar] Entre 1821 y 1861Entre 1821 y 1924 la universidad sufrió numerosos cambios, incluyendo clausuras temporales, fracturas, refundaciones y cambios de denominación, provocadas en más de una ocasión por motivos políticos.El 14 de junio de 1821, el rector Diego Aranda y Carpinteiro juró obediencia en nombre de la universidad al representante de los independentistas del Plan de Iguala, el general Pedro Celestino Negrete. Con este reconocimiento la universidad perdió el título de "Real y Literaria Universidad de Guadalajara" y pasó a convertirse en la Universidad Nacional de Guadalajara, abandonando el escudo otorgado por la monarquía española y tomando el de los independentistas.A pesar de tal declaración de lealtad, la primera clausura temporal del establecimiento la decretó Prisciliano Sánchez, el primer gobernador del estado de Jalisco, en 1826, debido al turbulento estado de la economía y la política del país luego de la independencia.La institución reabrió sus puertas en 1834.[editar] Entre 1862 a 1925Durante este período la enseñanza media y superior pasó al dominio directo del Gobierno del Estado, regulándola por medio de los siguientes organismos:La Junta Directiva de Estudios del Estado, de 1868 a 1893La Dirección de Instrucción Pública del Estado, de 1893 a 1903El Consejo Superior de Instrucción Pública del Estado y la Dirección de Instrucción Pública del Estado, de 1903 a 1920El Departamento de Educación Preparatoria y Profesional del Estado y la Dirección General de Educación y Beneficencia Públicas del Estado, de 1920 a 1925.[editar] Entre 1925 a 1991En el año de 1925 entra en vigor la Ley Orgánica del 25 de Septiembre de 1925. El gobernador José Guadalupe Zuno Hernández convocó en junio de 1925 a un grupo de profesores, intelectuales y profesionistas para perfilar el sentido y la organización de la nueva Universidad y de cada una de sus dependencias. De las reuniones, celebradas en Palacio de Gobierno por el presidente del estado, en aquel entonces Rodrigo Peralta.[editar] De 1991 a la FechaA partir de las inquietudes que manifestaron varios intelectuales y artistas en las reuniones del Centro Bohemio, la conferencia sustentada por el ingeniero Juan Salvador Agraz Ramírez de Prado sobre el proyecto de fundar "La Universidad Nacional de Guadalajara" y las nuevas orientaciones emanadas de la Revolución mexicana de 1910, el gobernador de Jalisco, José Guadalupe Zuno Hernández, restauró por tercera ocasión la Universidad de Guadalajara en 1925, nombrando rector al profesor Enrique Díaz de León.Participaron muy activamente en las juntas preparatorias a la restauración de la Universidad, además del ingeniero Agraz, del profesor Díaz de León y del gobernador Zuno (quien las convocó y las presidió), las profesoras Irene Robledo García y Catalina Vizcaíno, el arquitecto Agustín Basave del Castillo Negrete, los presbíteros Severo Díaz Galindo y José María Arreola Mendoza, el doctor Juan Campos Kunhardt, el abogado Ignacio Villalobos Jiménez y los profesores Adrián Puga Gómez y José Ignacio Calderón Bonilla.El 7 de septiembre de 1925, el Congreso del Estado autorizó al gobernador Zuno para que expidiera la Ley Orgánica de la Universidad, promulgándola el 25 del mismo mes. Las dependencias universitarias serían: Escuela Preparatoria de Jalisco, Preparatoria para Señoritas, Facultad de Farmacia, Facultad de Ingeniería, Facultad de Medicina, Facultad de Jurisprudencia, Facultad de Comercio, Normal Mixta, el Observatorio Meteorológico del Estado y la Biblioteca Pública del Estado.La ceremonia de inauguración de la Universidad se celebró el 12 de octubre en el Teatro Degollado, y fue presidida por el secretario de Educación Pública, José Manuel Puig Casauranc, y el gobernador Zuno; fueron universidades madrinas las de Salamanca, México, París y California, las cuales enviaron a sus representantes. En el discurso oficial, el rector Díaz de León señaló como objetivos de la institución:Va la Universidad a formar hombres. "El grano que tú siembras son almas", decía el moralista; pero para ello precisa que desatienda lo mismo del brillo oropelesco de las vanidades que no conducen a nada, como de las risas que quieren ser punzantes de los que necesitan reír para que cobije la frase de Rabelais. Precisa arrancar el vicio que por serlo tiene profundas y dolorosas raíces; no tener la obsesión del pasado, sino la mano atenta a las pulsaciones del momento, la vista a los mirajes del mañana...En seguida hizo una enérgica crítica a las universidades de modelo clásico y llamó a desentrañar, pues, todas las facultades, hacer surgir la fuente en la que abreven todas las ansias de conocimientos, debe ser el ideal de la educación. Abrir de par en par las puertas a toda vocación, vocación en el sentido prístino de la palabra. Vocare: llamar. Sí, llamar... debe ser una voz que llame a los hombres para que puedan descifrar su enigma...Y concluyó dirigiéndose a los estudiantes: "Jóvenes estudiantes: vosotros sois la médula de esta obra. Sois el fin y sois el principio de ella. Sois la Universidad".Al terminar el acto inaugural, las autoridades gubernamentales y universitarias se trasladaron al antiguo edificio de la Universidad para firmar el acta de restauración, en tanto los estudiantes festejaron el acontecimiento con serenata, desfile y un combate de flores.